Caso Malvinas: casi un año después de la desaparición y muerte de los cuatro menores

A pocos días de cumplirse un año de la desaparición y asesinato de Josué, Ismael, Nehemías y Steven, el juicio contra los 17 militares procesados, entre ellos un teniente coronel, avanza en Ecuador.

El Tribunal de Garantías Penales con sede en Guayaquil convocó para los días lunes 1 y martes 2 de diciembre, las sesiones para continuar con la defensa de los militares, quienes permanecen detenidos desde el 31 de diciembre de 2024, aunque el juez ponente del caso recordó que los plazos de caducidad de la prisión preventiva están suspendidos.

En las sesiones previas se escuchó la presentación de pruebas por parte de la Fiscalía, entidad que convocó a un centenar de testigos.

La última semana de noviembre se dieron las versiones de siete de los militares, dos de ellos cooperadores eficaces de la Fiscalía, quienes brindaron detalles de lo ocurrido el 8 de diciembre de 2024, cuando los menores fueron detenidos. Los uniformados contaron los hechos como parte de la etapa de prueba de su propia defensa, que continuará este lunes 1 de diciembre a partir de las 12:30.

Bajo este contexto, el Tribunal ha escuchado dos versiones de parte de los militares:

Una en la que cinco de los uniformados procesados aseguran que no hubo disparos, agresiones físicas ni insultos y que la patrulla iba llevar a los menores a la Unidad de Policía Virgen de Fátima, cuando fueron desviados por supuestos desmanes en la vía. Cabe señalar que la Unidad de Policía se ubica a más de 50 kilómetros de donde los niños fueron detenidos y para llegar hay que atravesar la jurisdicción de cuatro cantones.

La otra versión es la de los militares que decidieron cooperar con la Fiscalía, ellos aseguran que hubo disparos, golpes, insultos e incluso detallaron que el subteniente a cargo aquella noche, obligó a los menores a quitarse la ropa, disparó cerca de la cabeza de uno de ellos y que se “encarnizó con el más pequeño”. Además, lo responsabilizan de haber planeado desde el inicio llevar a los menores a una “poza” en las afueras de Taura, algo que no se concretó porque un árbol obstaculizaba el camino de segundo orden por el que dirigió a la patrulla y donde dicen haber “liberado” a las víctimas.

Los menores, de 11, 14 y 15 años fueron hallados muertos en un manglar de Taura, el 24 de diciembre de 2024. Sus cuerpos estaban calcinados. Una semana después, las autoridades formularon cargos contra los uniformados los detuvieron la noche del 8 de diciembre en la avenida 25 de Julio, en el sur de Guayaquil.