Tensión política en Perú: su presidenta es destituida por “incapacidad moral” y asume José Jerí ¿quién es?

El Congreso del Perú aprobó la destitución de Dina Boluarte la madrugada de este jueves 10 de octubre de 2025, luego de semanas de presión política y cuatro mociones presentadas por distintos partidos.

La mayoría parlamentaria argumentó que la mandataria no logró enfrentar la inseguridad ni el avance del crimen organizado, motivos por los cuales se declaró su “incapacidad moral permanente”.

Tras la votación, el presidente del Parlamento, José Jerí, juró de inmediato como jefe de Estado interino en una sesión de emergencia, convirtiéndose en el séptimo mandatario del país en menos de una década.

¿Quién es José Jerí, el nuevo presidente interino?

Jerí es abogado limeño, de 38 años, y hasta ese momento encabezaba el Congreso. Llegó al cargo tras la destitución de Martín Vizcarra en 2021, al ocupar su curul como suplente.

Su trayectoria ha sido corta pero polémica: fue investigado por una denuncia de violación sexual, que la Fiscalía archivó hace dos meses por falta de evidencias.

En su primer discurso como presidente, aseguró que buscará “un gobierno de empatía y reconciliación nacional”, aunque su ascenso ya genera fuertes críticas en sectores políticos y sociales.

El abogado de Boluarte niega asilo político

Tras la destitución, surgieron rumores sobre un posible asilo diplomático de la expresidenta. Sin embargo, su abogado, Juan Carlos Portugal, aclaró que Boluarte permanece en su vivienda de Lima y que no ha solicitado refugio en ninguna embajada.

“Ni asilada ni no habida, ella está en su casa. Ese fue y será su paradero: su país”, escribió Portugal en redes sociales.

Aun así, los medios locales cuestionan el paradero exacto de la exmandataria, luego de que cámaras registraran la salida del vehículo presidencial del Palacio de Gobierno pasada la 1:00 a.m.

Perú suma otra crisis institucional

Con esta destitución, Perú se adentra en una nueva etapa de incertidumbre política, mientras se acercan las elecciones generales de abril de 2026.

Los analistas coinciden en que el país enfrenta una fragilidad democrática profunda, con una población cansada de la corrupción y los constantes cambios de poder.