El joven fue hallado sin vida tras una reunión con un médico ecuatoriano.
Por Alex Calero
4 de junio de 2025
El joven fue hallado sin vida tras una reunión con un médico ecuatoriano.
Francisco Javier Albornoz Gallegos, un joven técnico farmacéutico de 21 años, fue reportado como desaparecido desde el 23 de mayo. Ese día salió de su casa en Santiago, Chile, sin imaginar que no volvería. Su última ubicación señalaba que estaba en Ñuñoa.
Once días después, su cuerpo fue hallado en el río Tinguiririca, en la comuna de Placilla, envuelto en una frazada y en avanzado estado de descomposición. El hallazgo fue posible tras la confesión de un médico ecuatoriano, quien se presentó voluntariamente ante la Fiscalía chilena.
La víctima habría asistido a una reunión en un departamento en Ñuñoa, donde presuntamente consumieron sustancias. Se investiga si un infarto le provocó la muerte y por qué su cuerpo fue trasladado y ocultado en un lugar lejano.
Albornoz, quien esperaba graduarse como químico farmacéutico en 2024, fue visto por última vez cerca de Plaza Egaña. Su familia denunció la desaparición y la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) activó una intensa búsqueda durante más de una semana.
Christian Alexander González Morales, médico cirujano ecuatoriano egresado de la Universidad de Guayaquil, se presentó ante las autoridades el 3 de junio. Afirmó haber estado presente cuando Albornoz falleció y facilitó la ubicación del cuerpo.
Según versiones preliminares, tras un presunto consumo de drogas, Albornoz habría sufrido una complicación médica. González y al menos otra persona envolvieron el cuerpo y lo trasladaron al río, lo que ha sido considerado encubrimiento.
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