Con Nicolás Maduro elegido como nuevo presidente, su juramento al país genera incertidumbre, mientras Edmundo González cuestiona la legitimidad del proceso. El mundo observa atentos a lo que podría ser un giro clave en la política venezolana.
Por Alex Calero
20 de diciembre de 2024
Con Nicolás Maduro elegido como nuevo presidente, su juramento al país genera incertidumbre, mientras Edmundo González cuestiona la legitimidad del proceso. El mundo observa atentos a lo que podría ser un giro clave en la política venezolana.
El 10 de enero de 2025 podría marcar un antes y un después para Venezuela. Según lo previsto, un nuevo presidente debería asumir el mandato por los próximos seis años, en medio de tensiones políticas y expectativas internacionales.
Tras ser elegido como presidente, Edmundo González Urrutia enfrenta el desafío de regresar al país desde su exilio para tomar posesión del cargo. Aunque su elección representó una esperanza para muchos venezolanos, su retorno no está asegurado, y su juramentación sigue en duda.
Por su parte, Nicolás Maduro ha rechazado la legitimidad del proceso que eligió a González y mantiene su control sobre las instituciones clave del país.
Esta situación ha generado escepticismo en la comunidad internacional, que observa atentamente los próximos pasos del gobierno y la oposición.
Con una crisis política, económica y social de larga data, para muchos venezolanos este evento podría ser la última oportunidad para un cambio significativo en el rumbo del país.
El futuro de Venezuela se definirá en las próximas semanas, y el 10 de enero podría ser el punto de inflexión.
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