Internacionales
El último mensaje que envió antes de morir fue tan breve como devastador, un reflejo del agotamiento que vivía día a día.
Por Alexander Calero
Actualizado: 31 de octubre de 2025

El joven Jeong Hyowon trabajaba jornadas de más de 80 horas semanales en una panadería de Corea del Sur antes de morir por agotamiento extremo.
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Jeong Hyowon trabajaba como supervisor en la popular cadena London Bagel Museum, donde cumplía jornadas que superaban las 80 horas semanales, pese a que la ley laboral surcoreana fija un máximo de 52.
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Según el Partido de la Justicia, cinco días antes de su muerte el joven llegó a laborar 21 horas seguidas, y su último turno comenzó a las 9:00 de la mañana y terminó pasada la medianoche.
“Un exceso de trabajo crónico combinado con agotamiento agudo pudo provocar su muerte”, declaró un vocero del partido.
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La autopsia confirmó que no padecía enfermedades previas, lo que refuerza la hipótesis de que murió por cansancio extremo.
“Me salté la cena”: el mensaje que conmovió al mundo
Antes de ser hallado sin vida, Jeong escribió a su pareja un último mensaje:
“Perdón por no poder escribir. Había tanto movimiento en la tienda que ni me di cuenta de que me salté la cena”.
Estas palabras se viralizaron en redes, donde miles de usuarios expresaron su indignación y exigieron una investigación sobre las condiciones laborales en el sector gastronómico surcoreano.
La familia del joven inició una demanda contra la empresa, alegando violaciones al límite legal de horas extras y solicitando una indemnización por lesiones laborales.
La respuesta de la empresa
Ante la presión pública, London Bagel Museum emitió un comunicado en el que evitó asumir responsabilidad directa, asegurando que sus empleados “deciden si trabajar horas extras”.
La compañía agregó que, por un supuesto error en el registro de huellas, no era posible confirmar las horas exactas trabajadas.
Pese a ello, varios empleados declararon que todos laboraban más allá del horario permitido, lo que expuso una cultura empresarial que normaliza la explotación laboral.
La cadena prometió revisar sus políticas internas para evitar que un hecho similar vuelva a repetirse, mientras la indignación crece en todo el país.
Un fenómeno que persiste en Asia
El caso de Jeong reavivó el debate sobre el llamado “karoshi”, término japonés adoptado en Corea del Sur para describir la muerte por exceso de trabajo.
Este fenómeno afecta a cientos de jóvenes en Asia, donde las largas jornadas y la presión laboral extrema continúan cobrando vidas cada año.
La muerte de Jeong se ha convertido en símbolo de una lucha global por condiciones laborales más humanas y justas.
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