Confió en ChatGPT y terminó intoxicado gravemente

El paciente buscaba mejorar su alimentación eliminando el consumo de sal común (cloruro de sodio). Tras leer sobre posibles riesgos, consultó a ChatGPT, que le sugirió reemplazarla con bromuro de sodio, un compuesto químico con usos principalmente industriales y de limpieza. Convencido de que era una alternativa segura, lo compró por internet y comenzó a consumirlo diariamente.

Tres meses después, ingresó al hospital con síntomas graves, entre ellos sed intensa, problemas de coordinación y desconfianza al recibir agua. Incluso llegó a creer que su vecino lo estaba envenenando.

Síntomas y diagnóstico

En menos de 24 horas de hospitalización, el hombre desarrolló paranoia y alucinaciones auditivas y visuales. Los médicos confirmaron que sufría bromismo, una intoxicación causada por la sobreexposición al bromuro. También presentaba acné, fatiga, insomnio, ataxia y polidipsia.

Fue tratado con líquidos, electrolitos y antipsicóticos, pero su estado requirió internamiento psiquiátrico involuntario para estabilizarlo.

Riesgo de confiar en la IA para la salud

El caso fue publicado en Annals of Internal Medicine Clinical Cases, donde los especialistas advirtieron que las herramientas de IA pueden generar imprecisiones científicas y desinformación peligrosa al carecer de análisis crítico.

OpenAI, desarrollador de ChatGPT, aclara en sus términos de uso que la herramienta “no está diseñada para diagnosticar o tratar ninguna condición médica”. Sin embargo, la facilidad de acceso hace que muchos usuarios ignoren estas advertencias.