Café ecuatoriano busca su lugar en el mercado gourmet

Ecuador, ubicado como el exportador número 72 de café en el mundo, comienza a abrirse paso en el competitivo segmento gourmet. Su aroma, sabor y calidad lo convierten en un producto único, aunque todavía poco conocido frente a países como Colombia o Etiopía.

En Madrid, el ecuatoriano Jairo Sanguña impulsa esta bebida desde su restaurante y una cafetería especializada. Emigró a España en 1996 y descubrió su pasión por el café en 2011. Dos años después, inició la importación de granos de especialidad desde Ecuador, llegando principalmente a clientes en España y de forma ocasional a otros países de Europa.

Un producto de alta puntuación

Según la Specialty Coffee Association (SCA), un café de especialidad que supera los 85 puntos se considera “excelente”. El café ecuatoriano que importa Sanguña alcanza entre 84 y 89 puntos, superando al 96% de los cafés evaluados en el mundo.

Sanguña resalta que la mejor finca de café de especialidad está en Imbabura, aunque advierte que su precio es más alto que el de sus competidores de la región, lo que dificulta su posicionamiento.

Diversidad que seduce

La riqueza del café ecuatoriano proviene de sus cuatro regiones: Sierra, Costa, Amazonía y Galápagos. Esta variedad le otorga características únicas y complejas que enamoran a los amantes del café gourmet.

El objetivo de Sanguña es que el país gane reconocimiento en este mercado y sueña con tener su propia finca cafetalera para controlar todo el proceso: desde la cosecha hasta la venta directa en sus tiendas en España.